Aumenta el interés por la filosofía

Los egresados, en la mira de las empresas

idea peligrosaUna nota reciente de The Economist señaló que en los Estados Unidos "la filosofía es la última moda de los negocios". Cada vez más ejecutivos cambian la psicoterapia y la religión y se vuelcan a los pensadores inteligentes, a los antiguos filósofos, para atender sus demandas personales o corporales, según el prestigioso semanario.

La Argentina no queda afuera de esta tendencia. Si bien no hay estadísticas, un sondeo de La Nacion entre diversas universidades, docentes y especialistas en filosofía arroja la misma conclusión.

"Hay un revival de la filosofía. La gente empezó a darse cuenta de que el camino más corto para actuar bien consiste en pensar bien", comentó Raúl Motta, licenciado en filosofía por la Universidad del Salvador, que corre de un lado a otro dando clases, conferencias y charlas en universidades y en empresas.

Por otro lado, hay una mayor predisposición a contratar licenciados en filosofía en las compañías para ocupar cargos de dirección o planeamiento estratégico, según los expertos consultados. Además, crece la matrícula de estudiantes de esta carrera.

Y, sobre todo, las conferencias se han vuelto un boom. "Me parece muy positivo. Esto refleja el deseo de escapar a tanta especialización y fragmentación del conocimiento. Esta apelación a la filosofía implica una búsqueda de una mirada totalizadora y amplia" explicó el filósofo Víctor Massuh. Hay una crisis de perspectiva, demasiado desconcierto; la filosofía aporta el conocimiento de lo esencial de la vida", agregó. En la Argentina, el decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Católica Argentina (UCA), el sacerdote Julio Méndez, advirtió que en los últimos tres años se produjo una creciente demanda de consultoras y empresas que se acercaron a esa casa de estudios interesados por sus egresados. En la Universidad del Salvador (USAL) ocurre otro tanto.

En la Facultad de Filosofía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), si bien no hay pedidos concretos, el secretario académico, Esteban Speyer, expresó a La Nación que "el interés teórico por filósofos se da porque las empresas comprendieron la necesidad de contar con profesionales que piensen globalmente". Hace poco, Speyer habló con directivos de Siemens y Bayer interesados por sus estudiantes, aunque "no se tradujo en ofertas concretas", aclaró.

Otras organizaciones que comienzan a requerir con mayor frecuencia especialistas en filosofía son las editoriales y las organizaciones sin fines de lucro. "Las ONG tienen que lidiar con cuestiones interdisciplinarias y el filósofo es un candidato ideal para aportar una visión totalizadora y creativa", expresó Bernardo Nante, profesor de Filosofía de la USAL.

EL BOOM DE LOS CONFERENCISTAS

Las conferencias sobre filosofía en empresas es otra nueva moda. Un equipo de docentes de la Universidad del Salvador ofrece, por ejemplo, un seminario de capacitación en una empresa de turismo donde reflexionan sobre la ciudad y su cultura: "Es provechoso para ambas instituciones", señaló Ana Zagari, directora de la Escuela de Filosofía de la Facultad de Filosofía, Historia y Letras. El mismo equipo ofrece cursos sobre transparencia y ética en organismos auditores.

El caso de Raúl Domingo Motta es otro ejemplo. Trabaja desde larga data como profesor de la USALy ahora se ha convertido en una auténtico consultor de organismos estatales y empresas privadas. En los últimos tres años quintuplicó su labor como conferencista. "Me invitan a dar charlas sobre las transformaciones mundiales, pero esto es una máscara; termino hablando sobre el conocimiento, el amor, los valores o el sentido de la vida. Filosofía pura", subrayó Motta, que dirige un instituto internacional sobre pensamiento complejo.

Tanto él como la directora de ID Consultores, una empresa de investigación de mercado y asesoramiento en marketing, Susana Pérez Caricio, que es licenciada en filosofía, están de acuerdo con que, en una época de cambio permanente e incertidumbre, como la actual, se necesitan líderes sin recetas, que no le tengan miedo a lo desconocido y que estén habituados a plantearse interrogantes como una forma de avanzar en la búsqueda de soluciones.

ID Consultores contrató en los dos últimos años a dos filósofos para integrar su equipo de investigación. "El trabajo de ellos es fantástico; aportan soluciones más profundas y menos circunstanciales para problemas cada vez más complejos", comentó Pérez Caricio.

PASIÓN POR LA SABIDURÍA

¿Qué pasa mientras tanto entre los estudiantes de filosofía?, ¿quién persigue el amor por la sabiduría ?

En las universidades consultadas se advierte un aumento de la matriculación. En la UBA, obtenían la licenciatura tres personas y otras siete se graduaban como profesores en 1986; hoy lo hacen 12 y 23, respectivamente. En la UCA mejoró la retención, aumentó a su vez la matrícula de varones, y en la USALse abrió, en 1999, un nuevo turno por la mañana que ayudó a que se duplicara el número de estudiantes. Hoy suman 35.

Hay, a su vez, más interesados en su estudio como segunda carrera, y por diversas razones. Algo que varios rectores comentaron es lo siguiente: como en este momento ninguna carrera tiene asegurada la salida laboral, más jóvenes se juegan por seguir lo que les interesa sinceramente.

Pero el interés mayoritario parecería darse fuera de los ámbitos académicos formales, en las jornadas, conferencias, cursos y seminarios de filosofía que ofrecen estos claustros u otros centros, sin otorgar necesariamente títulos.

En la Academia del Sur se sorprendieron con el éxito de las Jornadas Humanísticas que ofrecen, desde hace tres años, cada viernes, en la Universidad Argentina de la Empresa (UADE). Más de 300 personas dedican dos horas de su tiempo a escuchar a la profesora Marta López Gil hablar sobre filosofía contemporánea. "En las maestrías que ofrece la academia, la matrícula de alumnos libres se duplica por año", comentó María Pimentel, directora ejecutiva de la institución. Este mayor acercamiento, que casi todos los consultados describieron como un revival de la filosofía, se debe -dicen- a la búsqueda de sentido, a la crisis cultural y a la velocidad del momento, que supera la capacidad de adaptación de muchas personas. "Hay sed de menos información y de más sabiduría", sintetizó Motta. "La gente intuye que la solución no llegará del mundo económico-financiero", se sumó Zagari. "Se busca una perspectiva totalizadora, un horizonte abierto para escapar al encierro del sinsentido", dijo Massuh.

"Y no es que la filosofía posea la verdad -agregaron expertos de la Academia del Sur-, sino que propone caminos que satisfacen demandas vitales." Según dicen, el modo de vida tecnocrático y el vacío de referentes impulsó la búsqueda de respuestas en los clásicos, como Aristóteles o Platón. "Ellos se convierten en fuentes para los que se preguntan el porqué y para qué de la existencia; el sentido de la vida", explicaron.

Y qué es esta pregunta sino el interrogante central -y más importante- que se hace el hombre en esta Tierra. .

Link de la fuente:

http://www.lanacion.com.ar/43468-aumenta-el-interes-por-la-filosofia

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